miércoles, 25 de abril de 2012

Después de ver "Drive"



Cinematográficamente, me gusta mucho "Drive". Me recuerda a todo el cine negro que he visto y a la vez, es lo nunca visto. Es básica en todos los sentidos, incluso primaria. "Drive" no deja de transmitir todas las sensaciones más instintivas, una detrás de otra, y todas a la vez. Es violenta, muy violenta, y muy tierna. Es todo el cine clásico y a la vez, los diálogos escasos, la mezcla de la música, los créditos fucsia me llevan al último cine postmoderno, como si algunas de las músicas se las hubiera susurrado Tarantino a Winding Refn. Es una película compleja y al mismo tiempo, completamente visceral.

"Drive" es una película revolucionaria. Y lo es en todos los aspectos menos en uno. Es una película que tiene todo menos una cosa. Es la película más machista que he visto desde hace tiempo.

Carey Mulligan
Y además cumple estrictamente con todo el imaginario machista. Hay dos personajes femeninos con cierto peso. Irene (Carey Mulligan) es la madre de un niño monísimo. Rubia, dulce y sensible. Su papel en la película se reduce a ser madre. Ni en un sólo momento forma parte de la acción, no toma las riendas de la situación ni una sola vez, a pesar de ser la mayor afectada. Es totalmente pasiva, como Blancanieves, como la Bella Durmiente. Pero eso sí, es muy guapa.

El otro personaje es el que interpreta Christina Hendricks. Una pelirroja explosiva, digna del mejor videoclip reggaetonero y sin escrúpulos. Claramente, la segunda vez que se dirigen a ella la llaman "zorra" y ni se inmuta. Ella sí es activa, pero cómo no, al más puro estilo machista: mala, seductora y estúpida, con un mosquito por cerebro. Y por supuesto, torpe, que igual es por los inevitables tacones, imprescindibles para cualquier atraco si la fémina es coprotagonista. Porque para hacer más valiente al héroe y glorificar más su hazaña siempre hay que meter por el medio algún obstáculo, que suele tener forma de mujer malvada y zorrón, o de amante romántica y torpe.
Christina Hendricks

Estoy hasta mis mismísimos ovarios feministas de tener que maldecir películas que son muy buenas, y que merecerían un diez, si no fuera porque siguen siendo conservadoras, cutres y planas en lo que a personajes femeninas se refiere. Y estoy muy harta de ver películas que revolucionan el cine desde el punto de vista narrativo, desde la fotografía, la música, los planos, el guión o los efectos especiales y que ni el uno por ciento de las muchísimas películas que he visto se planteen salir de la dicotomía entre la mujer dulce, dócil y madre, y la zorra, perversa y estúpida.

El cine necesita más feminismo, necesita papeles femeninos más complejos, necesita mujeres que no tengan que dejar de serlo para interpretar un papel de persona fuerte y valiente, necesita mujeres que no sean sólo cuerpo y belleza, necesita mujeres y no úteros, mujeres y no objetos sexuales, necesita protagonistas que huyan de estos estereotipos que se repiten miles de veces. Y necesita hombres, que no sean valientes e implacables, o homosexuales estereotipados como débiles.

Que cuando las mujeres seamos valientes en el cine no sea sólo por nuestro amado y nuestros hijos, que cuando los hombres sean sensibles no sea porque les gustan los hombres.

Que empecemos a hacer y ver cine que no nos avergüence en el siglo XXI. Que hagamos y veamos cine que de verdad nos represente. Ni soy madre, ni soy dócil, ni soy una zorra, ni soy estúpida, ni soy perversa.

Y "Drive" no tiene absolutamente nada de eso. Por eso aunque sea cinematográficamente perfecta, no deja de ser la misma mierda de cine machista a la que no puedo poner un diez. Ni un cinco.

1 comentario:

  1. Tienes razón. Gran obra, pero ni siquiera pasa el simple test de Bechdel:

    1. Does the film feature two named female characters?
    2. Do they have a conversation?
    3. About something other than a male character.

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